Reseña: La sociedad de la sangre, Susan Hubbard

Título: La sociedad de la sangre
Autor: Susan Hubbard
Lugar de publicación: Barcelona
Editorial: Ediciones B
Año: 2010
Páginas: 378


Saboreando el comienzo:

"Es una fresca noche primaveral de Savannah y mi madre va caminando. Con los zuecos produce un ruido como de cascos de caballo en el adoquinado del suelo. Entre macizos de azaleas en flor y robles de Virginia cubiertos de líquenes, llega a una verde plaza donde hay un café."

Resumen:

"¿Qué ocurriría si un día descubrieses que todo lo que crees saber sobre tu familia es mentira? Y ¿qué ocurriría si, detrás de esa mentira, se ocultara una verdad oscura y profunda, pero tan irresistible cómo para sentirte impelido a profundizar en ella? Ariella Montero desea conocer la verdadera identidad de su madre, de su padre y... de sí misma. Ha estudiado literatura, filosofía, ciencia e historia, pero no sabe casi nada sobre el mundo real y sus complejidades. En su mundo, los fantasmas y los vampiros conviven con los humanos, y cada vez que el puzzle parece a punto de resolverse, la última pieza hace que todo cambie. Poco a poco, Ari desentraña los secretos que han hecho que su familia viviese aislada, y comienza a reflexionar sobre su propia naturaleza y sus posibilidades de supervivencia. En un giro ingenioso a un género con numerosos adeptos, esta novela, maravillosamente escrita, mezcla humor con terror para mostrarnos que los vampiros son algo más que criaturas de la noche que se dedican a chupar la sangre de la gente. La Sociedad de la Sangre es una original novela gótica ambientada en Estados Unidos y narrada desde el punto de vista de una adolescente, hija de vampiros, en cuyo diario cuenta sus primeros pasos en un mundo sobrenatural."

Mi opinión:

El libro narra la pérdida de identidad que siente la protagonista, Ariella. Nos relata cómo vive ella su infancia, pero, en especial, sus sentimientos a los 13 años. No sólo tuvo que experimentarlos sin una madre que le guiara, sino que tuvo que vivir el "otro cambio", la transformación de su cuerpo en el de un vampiro, con todo lo que eso conlleva.

"Yo tengo 13 años, pero mi padre dice que es como si rondara los treinta. Tengo el pelo largo, oscuro, y los ojos azules." (p. 14)


Esta novela trata el "vampirismo" como una afección o enfermedad, la "hematofagia". Su padre, sin embargo, no le dice la verdad sobre lo que son, y para que ella se acostumbre le dice que tiene "lupus" (¿os suena a House?), ya que por sus síntomas o manifestaciones físicas puede compararse a la hematofagia.

"Yo vivía con mi padre, Raphael Montero, en el lugar donde había nacido, una casa victoriana de Saratoga Springs, Nueva York." (p. 20)

Dennis, es el ayudante del padre, y juntos forman una empresa de investigación biomédica llamada SERADRONE, que se dedica a buscar un sucedáneo de la sangre humana, una especie de sangre artificial a la que llaman Sangfoid, de la que será su distribuidora la empresa "Cruz Verde" con la que tienen un contrato.

"Dennis tenía un pelo ondulado, rojizo oscuro, que se hacía cortar todos los meses, más o menos; entre un corte y otro, le crecía casi hasta los hombros."
(p. 30)

Es curiosa la parte donde se explica que los vampiros sufren lo que se llama "sinestesia", es decir, que otorgan un color a una letra o palabra, o a un día a la semana. Por ejemplo, la madre de Ari, Sara, pensaba que la letra "S" era de color azul. Este simbolismo lo vemos en la portada americana de la novela reflejada.


Ari, en otro momento, explica que ella sabe que los martes son siempre plateados y los miércoles de color lavanda.

En su casa, alrededor de la mansión, hay una plantación enorme de lavanda. Ariella, que nunca sale sola de casa y lleva toda su infancia ahí, empieza a ser invitada a ir a casa de la señora McGarrit, la criada. Allí conocerá a Kathleen, la que llegará a ser su mejor amiga, así como a Michael, su hermano, y el resto de la familia de 10 hijos, nada menos. En la novela hay muchos momentos en que siente celos de ese amor familiar del que ella no disfruta en su mansión.

"Cuando encendieron las velas de cumpleaños y me cantaron la canción, poco me faltó para ponerme a llorar, pero no por la razón que cabría suponer. Al mirarlos mientras permanecía allí de pie, detrás del tenue calor despedido por las velitas rosas, me di cuenta de lo unidos que estaban, de que todos, hasta el perro, formaban una piña. Y por primera vez en la vida me sentí sola." (p. 47)

Pasará por situaciones de depresión en muchas ocasiones. Había perdido a su madre al nacer, y con su padre sólo tenía charlas intelectuales sin llegar nunca a profundizar en los sentimientos y sin que hubiera ningún momento de afecto o cariño. Su padre la "sobreprotege" excesivamente con la excusa de evitarle sufrimientos a Ariella por su posible herencia de la hematofagia (aunque a ella le dice que es por el lupus) impidiendole que haga amigos o salga más de casa.

"¿Has visto, en tu propio reflejo, la cara de otra persona? A mí aquélla me devolvía la mirada con descaro, con unos ojos saltones de animal, un hocico por nariz, una boca de lobo, con largos y afilados caninos. Oí una voz, la mía, que suplicaba: ¡No, no!" (p. 49)

Así que en un determinado momento en que su padre está fuera una semana por negocios, ella aprovecha y decide marcharse al sur a buscar a su madre y a sí misma, pues cree que sigue viva en alguna parte. Decide irse haciendo autoestop, y en el camino pierde la bolsita de lavanda que su amiga Kathleen le entregó como protección y ella llevaba siempre en el cuello. Esto ella lo ve como presagio de que algo malo le va a pasar y de su vida familiar:

" Era una más de las cosas familiares que desaparecían." (p.206)

"Lo malo es que no me ha contado una cosa: la verdad que no quiere revelar, la verdad que pasaré años tratando de entender. La verdad acerca de lo que realmente somos."(p. 15)

Su padre había logrado transmitirle la sensación de "hijo desamparado" que él mismo sufrió en su infancia, la sensación de que las personas siempre le iban a abandonar, por lo que no debía encariñarse demasiado con nadie, y tenía que aprender a desprenderse de las cosas materiales y los sentimientos, que según su padre, le harían daño.

"La vida es una continua sucesión de abandonos." (p. 326)

Pero Ari es más lista que eso, y ella quiere averiguar la verdad sobre su pasado sin dejarse influir por los consejos equivocados de su padre. Quiere enfrentarse a la realidad por muy dura que esta sea, es una buscadora de la verdad. En cambio, la personalidad del padre es más "evasiva", pues evita enfrentarse a sus sentimientos,nunca quiere hablar de Sara a su propia hija.

Por el camino hacia el sur, Ariella encuentra una pandilla que juega al rol y van disfrazados. Jane y Paul le proponen de quedarse a vivir con ellos. Cuando está en su casa hay un momento que alguien suelta una frase muy graciosa que al menos de dió un toque de humor a ese momento. Ellos le llaman "Annie":

"Annie no necesita fumar (...), ya está colocada de forma natural." (p.207)

Como es hija de una humana y un vampiro, ella no sabe si va a morir o no, pues su padre tampoco lo sabe y no le ha hablado de ese tema. Su sensación de pérdida va más allá de la necesidad física de una família o del amor de sus padres, lo peor es que no sabe lo que va a ser de su vida, de ella misma, si morirá o no. Es una constante incertidumbre para Ariella.

Más adelante empieza a plantearse qué sentirá su madre con respecto a ella, el porqué habrá abandonado a su padre y a ella, quizá si le tendría miedo al ser Ari vampira y Sara humana.

"Aquellos eran los momentos en que ansiaba tener la madre que nunca había conocido. Pero ¿qué le parecería a ella tener una hija vampiro?" (p. 212)

La autora expresa su gran sensibilidad al describir los paisajes y te hace sentir ese olor que ella siente, ver las cosas como ella las percibe:

" Llegó la primavera y el mundo entero se vistó de verde. Las plisadas y tiernas hojas de los árboles filtraban el sol, con la misma gracia que un caleidoscopio, y el aire estaba impregnado de dulzura. Estiré los dedos frente a los ojos y observé cómo pasaba a través de ellos la luz del sol, y también cómo circulaba la sangre. Le dije a Jane que aquel día era como un poema. Ella me miró como si estuviera chiflada." (p.214)

Cuando va conociendo a Jane, la chica que le ha acogido en su casa, empieza a entender el porqué ella, que tiene tanto dinero, vive en esas condiciones tan pésimas y roba cosas en las tiendas:

"A la mañana siguiente, entendí por qué robaba en las tiendas: era su manera de expresar con más contundencia el desprecio que le inspiraban sus padres y su materialismo." (p.216)

Durante toda la historia está muy presente el color AZUL. En numerosas ocasiones los lugares donde se hospeda tienen nombres con esa palabra: "Pasamos junto a un letrero que indicaba Desembarcadero de las abejas y una tienda llamada La Grulla Azul. Aquellos nombres me recordaron a mi madre. " (p. 217)

Las frases de poetas ingleses del romanticismo también salen en varias ocasiones, ya que su padre los lee y pertenece a la Sociedad de Poe:

"Yazgo al lado de mi amada, mi novia bien amada Mientras retumba en la playa la nocturna marejada Yazgo en su tumba labrada cerca del mar rumoroso En su sepulcro a orillas del océano proceloso." Edgar Allan Poe

Ariella tenía muchos sueños extraños, en los que escucha siempre una canción:

"En ese sueño había caballos, abejas y la voz de una mujer que cantaba: Cuando la noche llega tras la azul lontananza, mi espera por ti se tiñe de añoranza." (p. 59)

En la casa de Ariella, Kathleen ve un cuadro muy significativo:


"Era una naturaleza muerta con un tulipán, un reloj de arena y una calavera. Yo estaba tan acostumbrada a él que raras veces me fijaba. Se llama Memento Moxi -expliqué-, que significa: Recuerda que eres mortal."
(p. 64)