Reseña: Garden, Emma Romero

"El retraso es una negligencia. La negligencia es el desorden. El desorden es la semilla de la perdición."

Título: Garden

Autora: Emma Romero

Lugar de publicación: Madrid

Editorial: Anaya

Año: 2014

Páginas: 270

Personajes: Maite, Luca, Erika, Einar

Temática: distopía juvenil

Localización espacio-temporal: Renacer, futuro

Resumen oficial:

Maite es una de las trabajadoras más eficientes de la fábrica. No le queda otro remedio: podría pagar con su vida cualquier infracción. Maite cultiva en secreto una gran pasión, el canto, y sueña con llegar algún día al legendario jardín del fin del mundo. Se dice que allí los rebeldes viven en total libertad y que es el único lugar donde aún sobreviven las luciérnagas. Su país, tras un largo conflicto, se ha convertido en una prisión fría y adusta. Las artes y las ciencias han pasado a ser un coto privado para una casta de elegidos, mientras el resto de la población está condenada a una vida llena de privaciones y fatigas. 

El único momento de distracción es la Ceremonia, una gran fiesta que se celebra todos los años para conmemorar el advenimiento de este nuevo régimen que se denomina Renacer. Maite siempre ha querido estar con los de arriba, pero el día en el que logra resarcirse al fin de los años de amargura descubrirá que, cuando se vive en un país donde ha muerto la esperanza, los sueños pueden convertirse en pesadillas. 

Mi opinión:

Lo primero que llama la atención de la novela es su portada. Una jaula con una flor dentro, como manifestando que lo bello está encerrado, que no vamos a poder verlo en todo su esplendor, nos habla de prohibiciones, de cárcel, de imposiciones, de privación de libertad. La portada me ha llamado especial atención por el fondo oscuro en contraste con la parte central, con su luz, con eso que se quiere destacar por encima de esos barrotes: el arte, lo bello, la naturaleza...

Pero al empezar la novela no es ese jardín lo que vemos, no es esa naturaleza la que encontramos, o esa selva que nos imaginamos...el escenario es totalmente contrario: nos introducimos en una fábrica, donde los trabajadores se pasan la mayor parte del día, a veces en turnos dobles (ya que solo los adultos de 40 años pueden trabajar solo 8 horas), con poca agua, llenos de negrura, ropas desgastadas...todo un contraste.

Quizá ese principio sea el que ha echado a muchos lectores para atrás y a los que no les ha gustado mucho la novela por ese motivo, o quizá un ritmo algo lento. A mí me ha parecido una distopía más pero sin elementos nuevos si no contamos con la promesa de ese jardín, ese jardín que por otro lado no empezamos a entrever hasta el último capítulo de este primer libro, por lo que nos pasamos toda la novela preguntándonos: ¿no había un jardín en algún lado?¿dónde está la naturaleza, las flores...etc?.

"El orden es el pilar del estado. El orden es la base de la constitución. El orden nos alimenta y nos salva"

A pesar de este lugar inhóspito y lleno de hierro, muy lejos de lo que uno espera por la portada, vemos esperanza. Maite, la protagonista, quiere salir de esa situación donde hay muchísimas normas que les impiden ser personas: se prohibe cantar, leer, explicar cuentos o historias, la música, la pintura...está prohibida cualquier forma de arte que podamos crear.

Pero esa forma de vida es solo la cara de una moneda que por el otro lado nos enseña  una realidad bien distinta: el mundo de ricos en el que el presidente Octavio y su hijo Einar viven, donde sí se admite a los artistas, donde hay música y comida en abundancia. Es decir, que este mundo contrasta totalmente con el que vive el resto del país.

Veremos la clásica lucha social, económica, injusticias y como no, una revuelta o revolución como en cualquier distopía que se precie. Conoceremos a Luca, el compañero de trabajo de Maite, y a Erika su mejor amiga que arriesgará su vida por Maite. Pero también veremos a un Einar muy distinto al que todos imaginan, que guarda un secreto y que nos va a enseñar un lado de todo esto que nadie conoce, el verdadero carácter del presidente Octavio. Así las cosas, nos hayamos con un mundo de ricos y pobres, de artistas y obreros de fábricas, muy distintos entre sí pero ambos engañados por la persona que ostenta el máximo poder ahí.

"Regocíjate, pueblo de Amor, la ceremonia está a punto de celebrarse. Juntemos nuestras manos y rindamos honores al orden,  padre de la paz e hijo de Renacer."

Aunque el ritmo de la novela me ha parecido algo lento de leer, la historia  me ha mantenido atrapada gracias a ese jardín desconocido, gracias a esa esperanza que Maite nos transmite. El resto de elementos, la verdad, es que para mí ha sido muy secundario y faltos de profundidad, en especial los personajes, si descartamos a Maite y Einar. 

Este libro me ha recordado a la mayoría de distopías leídas, donde hay una estructura guiada por un hipotético ordenador que lo controla todo y te dice en qué tienes que trabajar, donde tienes que vivir, qué tienes que pensar o sentir...opresora a más no poder. Ha habido un momento cuando Maite se encuentra en ese otro mundo de ricos en que me ha recordado a la saga de Kiera Kass, La selección y La élite, en los momentos en que ella debe fingir ser una artista y la maquillan y visten para agradar a Octavio, igual que hicieran con Katniss en Los juegos del hambre cuando la llevan al Capitolio con Snow...o en Juliette de la saga Destrózame de Tahere Mafi donde se debe comportar bien ante el hijo del villano...etc.

Sinceramente, espero que los siguientes libros nos enseñen más del mundo natural que deja entrever al final de este primer libro, porque es lo que a mí más me interesaba conocer y lo que me hace querer seguir leyendo la saga. 

Puntuación:  3/5