Reseña: Los hijos de las tinieblas, José A. Cotrina

Título: El ciclo de la Luna Roja II: Los hijos de las tinieblas
Autor: José A. Cotrina
Lugar de publicación: Madrid
Editorial: Alfaguara
Año: 2010
Páginas: 567









Saboreando el comienzo:

"La hiena cerró las fauces apenas a dos centímetros de su brazo. El bocado al aire resonó como un enorme cepo al cerrarse. Hector rodó por el suelo para escapar de la feroz acometica, tomó impulso y saltó al frente, espada en mano. No fue un ataque preciso ni elegante, pero la hiena recibió un soberbio golpe con la hoja plana del carma en el hocico y retrocedió, sin dejar de gruñir. Largas hilachas de baba caían entre sus colmillos retorcitos."

En la contraportada:

Tras la cosecha de Samhein, la aventura continúa. La ciudad ya les ha demostrado lo cruel que puede ser, pero eso no va a detenerlos. No piensan rendirse. Ahora tienen la magia de su parte y ha llegado la hora de tomar la iniciativa

Van a explorar la ciudad. Van a arrancarle todos sus secretos. Y no habrá vampiro ni hechicero ni criatura alguna que los detenga. Mientras tanto, un mal más antiguo que el propio reino despierta entre las ruiinas.

Y la Luna Roja se acerca.

Mi opinión:

En este segundo libro, ya conocemos a todos los personajes que nos presentó el autor en el primer libro. Ya llevan un tiempo viviendo en Rocavarancolia y no parece haber indicios de poder volver a casa, a la Tierra. Tampoco Denéstor Tul aparece en escena sino hasta casi el final.

Así pues, todos y cada uno de los chicos y chicas que están en la ciudad, no sólo deberán aunar fuerzas, sino aprender a desarrollar sus dones o poderes de la mejor manera posible para poder sobrevivir en ese lugar tan horrible.

Este libro es más oscuro que el primero, y veremos los cambios tanto físicos como de carácter de los supervivientes. Veremos más peleas entre ellos, también más luchas con las criaturas que, en el primer libro, no llegaron a encontrarse o tal vez sólo intuían. Ahora es imposible quedarse escondidos por más tiempo. La escena de las hienas es ideal para el principio, pues nos da ya una pista de cómo serán las siguientes escenas de la novela.

"Los cambios no se limitaban sólo al aspecto físico, también había cambiado mentalmente. Y aunque fuera un sinsentido, todos esos cambios le daban miedo." (p. 191)

Algunos tienen miedo de lo que podrían hacer, quizá algo malo, contra sus compañeros. Otros, en este caso, por ejemplo, Adrián, se sienten fuera del grupo, ven que no encajan bien, y quieren ir por su cuenta. Otros, como Marcos, tendrá que pensar en qué hacer también...pues no es quien aparenta ser.

"¿Cómo podía protegerlos de Rocavarancolia si la ciudad ya estaba dentro de todos y cada uno de ellos?" (p. 187)


Las chicas, aún con sus nuevos poderes, están más asustadas que nunca, y más susceptibles, tienen más peleas entre ellas. Pero también habrá cabida para el amor dentro de esta guerra sin cuartel, pues un toque de amistad y amor nunca viene mal para subir los ánimos de los guerreros, que tienen que afrontar lo que se les viene encima y que desconocen totalmente.

"Tiene los ojos más hermosos del mundo (...)Ya no veía ruinas, ni desolación, sólo la veía a ella. Cuando la miro, todo cobra sentido -dijo-, cuando la miro sé quién soy y sé porqué gira el mundo. Es por ella, es por Marina." (p. 195)

La Luna Roja cada día está más cerca de hacer su aparición, por lo que veremos como las criaturas que ya viven ahí de hace años, se van desperando y van haciendo su aparición, acercándose más y más a los chicos y chicas que deben sobrevivir.

"La verdad sobre la Luna roja era tan terrible que Mistral comprendía que prefiriera callársela." (p. 53)

Entre el bando contrario, el de los "malos", tampoco están las cosas claras: unos traicionan a su propio bando, incluso matan a los suyos, otros engañan, o hacen cualquier cosa por conseguir el poder. Incluso hay una tercera persona o criatura, que amenaza al bando de los malos, por lo que van a tener no sólo el problema de vigilar la cosecha sino de protegerse a sí mismos de la nueva amenaza.

Hector tendrá que hacer frente a sus miedos y aceptar su destino. Natalia está cada vez más cabreada con las dichosas sombras que le acechan...y Marina empieza a demostrar a Héctor sus sentimientos, aunque éste no está muy por la labor con ella, quizá más por timidez que por otra cosa, asi como la procupación por el sitio donde están, que parece despertar más feroz que nunca.

"Ya conocía el nombre del muchacho poseedor de aquella tremenda fuerza. Se llamaba Hector." (...) "Ese niño era una pieza primordial en sus planes." (p. 103)

También sabremos más cosas del pasado de Rocavarancolia, sus origenes, y encontrarán nuevos libros de hechizos con los que Bruno seguirá practicando.

"Cientos de aberraciones se daban cita en las entrañas de la ciudad..." (...) Allí merodeaban los cadáveres pálidos que se alimentaban del tuétano de sus víctimas; los espectros errantes a la caza siempre de cuerpos que poseer...En las profundidades de Rocavancolia todavía era posible encontrar a los descendientes de los seres humanos a los que Eradianalavela había injertado almas de bestias; o a los vampiros de Rádix, capaces de succionar la sangre, las vísceras y los huesos de sus víctimas con sólo tocarlas..." (p. 135)


Me ha gustado más este libro que el primero, que quizá no tenía tanta acción y era más suspense y sugestión respecto a lo que iban a encontrarse en el futuro.

"Justo cuando la luna volvió a emerger, todo se consumó: Rocavaragálago se puso en marcha por primera vez; las puertas del infierno se abrieron y los monstruos se hicieron dueños de Rocavancolia." (p.113)

Recomiendo este libro, y decir que no veo el final cerrado, sino más bien abierto, por lo que creo que habrá un tercer libro...al menos eso da a entender...pues todavía no han vuelto a sus casas y siguen en la ciudad luchando contra todo.