Reseña: La casa de los mil pasillos, Diana Wynne Jones

Título: La casa de los mil pasillos
Autor: Diana Wynne Jones
Lugar de publicación: Madrid
Editorial: Nocturna
Año: 2010
Páginas: 324




Saboreando el comienzo:

"Tiene que hacerlo Charmain - dijo tía Sempronia-. No podemos permitir que el tío abuelo William se enfrente a esto solo. 

-¿Tu tío abuelo William? -repitió la señora Baker-. No es... - tosió y bajó la voz porque eso, bajo su punto de vista, no era demasiado agradable-. ¿No es mago?"




En la contraportada:

"La vida de la joven Charmain Baker es, esencialmente, respetable. Sus días transcurren con una calma que sólo se ve alterada por las aventuras de los libros de los que apenas saca la nariz. Y entonces, un día, su tía Sempronia le anuncia que ha de ir a cuidar la casa de su tío (un tal William que, por lo visto, es mago) mientras él está fuera.

 

Charmain, emocionada por hallarse al fin ante su propia aventura, parte de inmediato. Pero cuando llega a la casa, se topa con un laberinto de habitaciones extrañas a las que se accede según unas instrucciones mágicas muy precisas. Hay elfos, jardineros de color azul, comidas que se sirven solas, libros de hechizos para aprender a volar y, en fin, todo lo que puede haber en la casa de un mago. Pero también hay pilas y pilas de platos sucios, encantamientos que salen mal y un joven aprendiz de carácter despistado que afirma venir en busca del mago William.

En resumen, algo para lo que ningún libro la había preparado."

Mi opinión:

Esta novela yo diría que es más bien como un cuento de hadas,donde salen criaturas mágicas, donde hay caminos que llevan a distintos mundos, en este caso, a distintas habitaciones, en la que te puedes encontrar todo tipo de gente. Es entretenido, y me encanta porque a Charmain, la protagonista, le gustan tanto los libros que olvida hacer nada más a parte de leer. Es como soy yo, por eso me siento totalmente identificada con ella.

Un libro es un mundo, con el puedes vivir aquello que no vives en la vida cotidiana.

El mago William, el tío de Charmain, empieza a sentirse muy enfermo. Su casa es un auténtico caos: ropa para lavar por todas partes, platos sucios en pilas amontonados por el suelo...un desastre. Y Charmain ha sido seleccionada a dedo por su tía Sempronia para ir a cuidar de la casa mientras los elfos se llevan al mago a curar a otro lugar. Vamos que va obligada por decirlo suavemente.

Pero Charmain tiene otros planes: nunca se le ha dado bien la vida cotidiana de un ama de casa, eso de limpiar no va con ella (¿y con quién sí? XDD) así que prefiere tirarse en cualquier rincón a leer. Pero no podrá disfrutar de esa soledad durante mucho tiempo, porque Peter, un chico de su edad, aparece en la puerta diciéndole que viene como aprendiz del mago William. Charmain se pregunta si debe fiarse de él, pero él no le deja ni dudarlo un momento, y empieza a dedicarse a las tareas de la casa sin rechistar ni pedir nada a Charmain, que es la que realmente se debería ocupar de eso.

Tampoco del jardín hay que preocuparse, pues un Kobbold se ocupa de las hortensias del mago, aunque a veces se la va un poco la olla y resulta algo molesto. Cada mañana va a recoger su paga: una botella de leche, que parece gustarle bastante.

En esta casa no hay grifos en el lavadero, por lo que Peter decide que tienen que ir a buscar agua y calentarla, metiendo toda la ropa en la bañera...en fin,demasiadas ocupaciones para Charmain, que sólo piensa en leer. Así que decide escribir nada menos que al Rey, para intentar que le contrate como ayudante en su biblioteca. El Rey le contesta que sí, y así es como conocerá a la princesa Hilda y su padre, muy amables los dos y entregados a la ordenación de libros y papeles, así como pergaminos antiguos que hay por el castillo.

Pero además de este trabajo, Charmain tendrá que resolver el misterio del regalo élfico, que sospecha que es una cesta cargada de monedas de oro, que parece haber perdido el Rey, o alguien debe haberle robado. Tendrá que mirar en esos documentos y resolverlo, con ayuda de la sirvienta Sophia y el mayordomo Sim.

La madre de Charmain no acepta la magia, así que Charmain tendrá que hacerla a sus espaldas, con ayuda de algunos libros de hechizos que guarda el mago en su casa, que por cierto, también entraña muchos misterios y pasillos por los que más de una vez se pierde...

Ah, y por último, está la perrita Weif, que es algo miedosa y tiembla mucho, aunque también es simpática y trae algo de vida a la casa. Peter, la perrita y ella vivirán algunas aventuras que nada tienen que ver con lo que ella está acostumbrada.

Un mundo en el que te deberías introducir, si te gusta la fantasía, así como los cuentos de hadas. Te lo recomiendo.