Reseña: Hojas de dedalera, Victoria Álvarez

Título:  Hojas de dedalera

Autor: Victoria Álvarez

Lugar de publicación: Barcelona

Editorial: Versátil

Año: 2011

Páginas: 517

Personajes: Annabel, Víctor, Heather, Tom, Ada, Sabine

Temática: paranormal, fantasmas

Localización espacio-temporal: Londres, siglo XIX

Resumen oficial:

Unos asesinatos sin resolver... Un don que pondrá en jaque a la aristocracia londinense.

Un apasionante debut en el panorama narrativo español.

Versátil Ediciones presenta la primera novela de Victoria Álvarez que, en la estela de La dama de blanco de Wilkie Collins y Casa desolada de Charles Dickens, nos pasea por el Londres victoriano, de los prostíbulos de Whitechapel a los elegantes salones de Buckingham Palace. Atrévete a descubrir para qué sirven las hojas de dedalera.

Mi opinión:

La manera en que empieza este libro ya augura, en cierta forma, la forma en que va a terminar, incluso lo mal que lo vamos a pasar en el camino leyéndolo y siguiendo la historia de  nuestra protagonista. 

Este no es un libro que podamos leer precisamente del tirón, sino todo lo contrario, un libro para ir leyendo con calma, no con demasiadas dosis, que nos podrían "empachar". Yo al menos no he podido hacer una lectura rápida ni dinámica, sino que he tenido que cogerlo a ratos intercalando otros libros entremedio, pues es muy densa la narrativa y es bastante larga la historia. Quizá se hubiera podido resumir un poco, al menos toda la parte central, que se me hacía inacabable. 

Superado esos inconvenientes, he de decir que desde luego es una gran historia, además de una gran protagonista, fuerte y valiente, y muy poco convencional, porque Annabel no lo es, ni podría serlo. Ya desde el principio del libro la vemos viviendo en un lugar muy poco usual y demasiado tétrico a mi gusto. Vive en la casa de los enterradores de un cementerio, y no sólo eso, que ya de por sí es lúgubre, sino que también se detalla que no duerme en una cama normal sino en un "ataúd". Aunque al principio pensemos que eso puede ser la parte divertida de la historia, poco a poco veremos que no lo es, y que ya eso nos va mostrando lo que va a ser su vida en realidad, llena de enfermedad y peligros, así como de amores y desengaños con las personas a su alrededor.

Annabel no se relaciona con los vivos tanto como con los muertos, pues es médium de verdad, no como otras de su época, allá por el 1888. Le tocará vivir los asesinatos de Whitechapel, por Jack el Destripador. En una de sus visitas de clientes a su casa, para contactar con sus parientes  muertos, conocerá a Nathan, que desde el principio quiere protegerla a toda costa de la gente contraria a su profesión. 

Pienso que es algo muy surrealista que una niña, a pesar de ser pobre y adoptada por un matrimonio, tios suyos, pues Heather es hermana de Rosalie Lovelace, su madre, tenga que dormir en un ataúd en lugar de una cama dentro de la casa. Esto ya nos avisa de que este libro no va a ser nada común. 

El tono triste, melancólico, apagado, fúnebre...se mantiene durante toda la novela y te crea una sensación extraña que no se explicar, un regusto amargo mientras haces la lectura. Sus amigos son "espíritus" del mismo cementerio, donde ella corre y se mueve, pues ni tan siquiera va a ningún colegio, y lee los libros que le trae su tía de la biblioteca. Esas historias serán las que le ayudarán a evadirse de la triste vida que le ha tocado vivir, después de la muerte de su madre. Es una niña muy inteligente y perspicaz, y a menudo los adultos la sobreestiman y no la tienen en cuenta. 

Un dia que Tom, su tío, intenta forzarla siendo aún una niña, su tía Heather se la lleva y se van  juntas a vivir a Londres, donde ella crecerá y se transformará en una medium reconocida por los más adinerados, incluso llegará a poner su don a servicio de la reina Victoria. 

El libro nos introduce en el mundo del Más Allá, el Asfódelo y el Otro Lado, a traves de Annabel y sus fantasmas, tanto amigos como enemigos. El ambiente dentro del cementerio es muy propicio para el misterio, del que está lleno este libro, y para que sucedan cosas extrañas, aunque para mi gusto, vuelvo a decir que es todo demasiado lúgubre, hasta el extremo.

Hospedada ya en la zona alta de Londres, volverá a ver a uno de sus fantasmas amigos, un hombre que no ha podido olvidar desde que era niña y ayudó a su tía y Annabel a escapar del cementerio y de las manos de su tío. Ese fantasma, Víctor,  tampoco es nada convencional, lo que tiene en común con ella, y poco a poco irá ganando su corazón. Veremos que ambos tienen más cosas en común de lo que piensan, y se pondrán manos a la obra para averiguar quién mató a Víctor y porqué. 

Aunque el libro, al ser en su  mayor parte narrativa, se me ha hecho muy denso y pesado, admito que hacia el final es cuando las cosas se van viendo y llegamos a un desenlace nada esperado, que nos puede llegar a sorprender. Un libro por el que apuesto pero no por su rapidez de lectura, sino por la historia que cuenta en sí misma, pero que no puntúo demasiado alto precisamente por esa lentitud de la historia en general.

Puntuación:

Está bien