Reseña: Las estrellas se pueden contar, Giulia Carcasi

"Cuando encuentras el amor todo es posible, e incluso las estrellas se pueden contar."

Título: Las estrellas se pueden contar

Autor: Giulia Carcasi

Lugar de publicación: Barcelona

Editorial: Círculo de lectores

Año: 2011

Páginas: 316

Personajes: Alice, Giorgio, Carolina, Carlo, Marco, Andrea, Ludovica, Milla

Temática: romántica juvenil

Localización espacio-temporal: Italia, siglo XXI

Resumen oficial:

Las estrellas se pueden contar narra la historia de Alice y Carlo, dos adolescentes que sueñan con el primer amor, se preocupan por su primera experiencia sexual y buscan encontrar su lugar en el mundo.

Alice está en el último año de la ESO y se enfrenta a una serie de cambios en su vida mientras descubre qué significa crecer. Se está preparando para la selectividad y los últimos exámenes. En su casa las cosas no van muy bien. El mundo adulto es un caos y el suyo no es mucho mejor. En el instituto, conoce a Carlo, que está harto de todo. No le importa llegar tarde al colegio y tampoco se inventa excusas. Todo iría mejor si alguien como Alice se enamorara de él. Pero eso es imposible, o al menos lo parece...

Mi opinión:




Alice nunca ha besado a ningún chico, porque prefiere estar segura de que es la persona correcta antes de actuar y dejarse llevar.

"Las historias son como las personas.

 No están hechas para estar solas.

 En alguna parte del mundo hay alguien que vive una historia que se refleja en la tuya. 

 ¡Mira a tu alrededor!

 Ese alguien no está tan lejos de ti. 

 Es la otra mitad del libro."

"Y yo he ido retrasando tanto lo de conocer a un chico que ahora espera la llegada de un príncipe azul montado en un caballo blanco."

"(...)sí, está enamorada, pero ¿de quién?. Quizá del Amor, ese amor en mayúsculas, ese amor que no lo encuentras ni pagando todo el oro del mundo."

Tiene claro que la primera vez que haga el amor con alguien será algo especial:

"Y yo me prometo que nunca lo voy a hacer en un coche y que lo haré estando sobria, así no tendré sorpresas cuando me despierte."

Pero el amor no es algo que se puede controlar o planificar, llega cuando menos te lo esperas:

"Pero las reglas de la perspectiva no son válidas en el amor."

"Puedes alejarte mil kilómetros, meses, años, pero sólo con volverte un segundo, con bajar un poco las defensas y dejarte vencer por el recuerdo, allí estará..."

La música está presente durante todo el libro también, como la canción "Para una hora de amor" de Subasio y otras más.

Alice todavía es "primeriza", tiene demasiadas ilusiones puestas en Giorgio y quizá se estrella, en lugar de ver estrellas:

"No está asustado por mañana, ya sabe que sus promesas no valen gran cosa. Soy yo quién todavía no lo ha entendido."

La protagonista es una chica bastante insegura, que tiene mucho miedo a equivocarse, pero pienso que precisamente por eso la salva de situaciones incómodas que luego tendrían sus consecuencias negativas.

Giorgio es un chico "con prisas", todo lo contrario a ella, más abierto, extrovertido que vive al máximo y empieza a salir con ella a esconcidas, mientras todavía sale también con su novia. No quiere enseñar a Alice al mundo, ir con ella en público.

Es un lenguaje muy poético y sencillo, que expresa muy bien los sentimientos adolescentes del primer amor. Me recuerda un poco al libro "A tres metros bajo el cielo", pero sin la calidad literaria de este ni los sentimientos tan fuertes y es un poco más light.

"Quizás ése sea el amor más honesto que puede existir; el amor sin formas."

"Alice Savicca, en la vida no se  puede estar siempre preparado, porque  hay exámenes sorpresa que no se pueden prever".

Conocerá también a Mario, un chico bastante simplón pero con el que tiene un rollo de discoteca.

"Ya, de pequeña pensaba: cuando encuentre el amor lo podré hacer todo, incluso podré contar las estrellas.

-¿Y ahora?

- Ahora pienso que hay demasiadas estrellas."

Carlo, el novio de Ludovica, empieza a hacerse amigo de Alice, y juntos pasan sus penas de amor e intentan olvidar los fracasos:

"-Mira, Alice, hay amores, los equivocados, que son como el tabaco: es mejor dejarlo.

- ¿Y como lo reconoces?

- Lo sabes cuando respiras aire puro y lo sientes dentro de ti, sabe bien, es diferente al humo...¡Y te das cuenta de que lo que quieres es aire puro!.

"Hace falta una revolución. Y para cambiar el mundo tienes que tener el valor de decir que no, tienes que empezar a ver en colores, ¿en gris? ¡Ni hablar!, tienes que correr en una sola dirección.

Pero Alice decide que es hora de arriesgarse por las personas que de verdad lo merecen, de valorar a quien más quiere de verdad y no nos hace sufrir:


"Y cada paso es un riesgo.
 Pero, a veces, es tan bonito arriesgarse.
 Dos sombras se buscan en la oscuridad,
 se encuentran en sus labios que saben a sirope de fruta. 
 Carlo me besa despacio, sin prisa, nadie le persigue."

No podemos controlar la vida porque siempre, en algún momento, todo se descontrola y tenemos que aprender a aceptarlo:

"Me siento como alguien que intenta mantener en equilibrio demasiadas cosas y entonces se le caen todas: el amor, la familia, la amistad, los exámenes..."

"Mi cabeza encaja a la perfección en su hombro; ése es su sitio. Los cuerpos no están hechos para estar solos, el amor es un juego de encajes. Hay que encontrar la pieza adecuada, hay que tropezar y seguir buscando, como el mar, que abraza a su playa, porque sin ella, él no existiría."

El libro se divide en dos mitades diferenciadas claramente: la historia desde el punto de vista de Alice, en primer lugar, y la misma historia contada luego por Carlo, con su propio punto de vista. Él quiere también ser diferente, rebelarse, pero se da cuenta de que si eres así la gente te margina en el instituto, y por eso se amolda a como son los demás, disimulando que en realidad no quiere ser como ellos ni le gusta ese estilo de vida:

"Ahora ya no me va estar en la cima yo solo. Me gusta confundirme con los otros. Son un buen escudo. Y una buena excusa."

El libro es un ejemplo de como piensan muchos jóvenes hoy en día, pero también podemos ver que no todo el mundo es igual y hay personas más auténticas, menos superficiales y que tienen claro lo que quieren ser y luchan por ello. Alice y Carlo son un ejemplo de ello.

Puntuación:

Vale la pena