Reseña: TINTA, Amanda Sun (Los Dioses de Papel #1)

Título: TINTA

Autora: Amanda Sun

Lugar de publicación: Barcelona

Editorial: Oz Editorial

Año: 2013

Páginas: 335

Personajes: Katie, Tomohiro

Temática: romántica fantástica juvenil

Localización espacio-temporal: Shizuoka, s. XXI

Resumen oficial:

La tinta está en su sangre y con el amor, cobra vida.



Después de una tragedia familiar, lo último que quiere Katie Green es mudarse a Japón con su tía, pero no le queda otra opción que aprender el idioma y adaptarse a sus costumbres.

Cuando conoce a Tomohiro, un maestro del kendo, se siente inmediatamente intrigada por él, pero a la vez asustada porque cuando están juntos ocurren fenómenos extraños: los bolígrafos explotan, surgen gotas de tinta de la nada y los dibujos cobran vida. Pero lo que Katie no sabe es que Tomohiro está emparentado con los antiguos dioses del Japón y la relación con ella hace que pierda el control de sus habilidades.

Hay personas interesadas en utilizar ese don para sus propios fines y están empezando a hacer preguntas. Katie nunca quiso mudarse a Japón, ahora quizá no salga de allí con vida. 

Mi opinión:

En esta novela nos vamos introduciendo poco a poco en la cultura japonesa, aunque son solo algunas palabras sueltas como saludos y clases o clubs a los que asisten allí los chavales, por ejemplo el club de Kendo (deporte), sado (preparación de té), Kado (arreglos florales)...etc, y tienes la impresión de estar disfrutando de una buena película de anime, ya que además las páginas están ilustradas con algunos bocetos que tienen que ver con la historia.

También cabe destacar la sensibilidad especial que tiene la autora con la pluma, es increible lo que sientes cuando vas leyendo, te vas metiendo no solo en la historia sino en ese mismo ambiente, te sientes rodeados de cerezos en flor, como si estuvieras allí mismo con los personajes, viendo lo que ellos ven.

"Tinta goteando de una forma en que no debería en polvorientos remolinos brillantes"

Katie no está muy agusto en Japón viviendo con su tía, pues no es su ambiente y el idioma le está costando bastante, pero será a partir de conocer a Tomihiro que cambiará radicalmente de opinión:

"Quizá vivir en Shizouka con Diane no estuviera tan mal. En cuanto fuera el momento, los pétalos de las flores de los cerezos caerían con suavidad sobre el agua turbia, revolotearían en su superfície y pintarían el parque de rosa y blanco durante la primavera; bailarían sobre las aguas tranquilas, recorrerían los canales con lentitud, se escurrirían casi como tinta..."

Veremos escenas de familias tomando un picnic bajo los cerezos en flor, igual que cualquier anime japonés que se precie, pero también veremos momentos de peligro en los que Katie se adentra en el interior de Tomohiro y en zonas donde él no quiere que ella entre. Pero la protagonista de la novela es persistente a más no poder, no ceja en su empeño por intentar saber lo que este chico esconde en su interior. Quizá esa parte de "manía persecutoría" es algo demasiado agobiante, pues la sientes como una chica muy pesada, vamos de esas que quieres salir huyendo porque no para de espiarte, y esa faceta suya no me ha gustado demasiado. Pero tampoco el carácter tan cerrado de Tomohiro, aunque si miramos un poco a la cultura japonesa, quizá debamos pensar más allá y darnos cuenta que ellos son mucho más tímidos o cerrados en ciertos aspectos, muy diferentes a las personas de carácter latino...

"Sentí que no estaba sola, que Tomohiro y yo estábamos conectados. Nadie me había dicho que no tenía porqué sentirme mejor."

Ambos empezarán a conectar poco a poco, es una historia que no va demasiado deprisa pero tampoco lenta, creo que lleva un ritmo adecuado que no se hace pesado en ningún momento, sin llegar a ser empalagosa. Pero sí es cierto que cuando lo lees rememoras, sin querer, la saga Crepúsculo y todos sus derivados, aunque no tenga nada que ver con ella, pero el romance entre ambos es muy parecido: él peligroso, ella atrevida y que no para hasta meterse "donde no la llaman" en busca de ese chico "misterioso" que le aconseja que no se acerque. En ese aspecto es una historia calcada.

Pero dejado de lado la parte romántica, sí que veremos cosas originales en lo que respecta a la "tinta", al movimiento que parece observar Katie cuando Tomohiro dibuja, y es esa parte la que hace diferente este libro de otros, o al menos, algo que no había leído en ninguna otra saga juvenil (si no contamos las runas de Cazadores de sombras, claro jeje). 

 El libro contiene algunas frases inteligentes y de cierta imagen de "autoayuda", o consejos para una vida mejor, al estilo japonés:

"Hana dori dango. Dango mejor que flores. Básicamente, significa que una persona debería anteponer sus necesidades a los caprichos, la esencia a la apariencia (...) asegurarse de tener comida y refugio antes de malgastar el dinero en algo excesivo."

La novela tiene una sensibilidad especial a lo largo de toda la historia, y los diálogos te ayudan a profundizar mucho más en los sentimientos de los personajes, pues a través de ellos se muestran como son en realidad y no cómo los demás piensan que son, sobretodo con respecto a Tomohiro y todos los rumores que circulan por el instituto sobre él. Es el chico "malo" de quien Katie debería alejarse, o quizá con un aire peligroso, pero aflora su lado tierno cuando está con ella y vemos como realmente es.

Una historia que imagino os va a enamorar desde la primera vez y que nos hará pensar en otras sagas románticas de todos conocidas...;)

Puntuación: