Título: Amy y Roger
Autora: Morgan Matson
Editorial: Plataforma Neo
Año: 2014
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Personajes: Amy, Roger
Temática: romance juvenil, viajes, sentimientos, duelo, familia
Localización espacio-temporal: California, Connecticut, EEUU, s. XXI
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Resumen oficial:
Para encontrar el verdadero camino, a veces tienes que perderte…
Amy no quiere que llegue el verano. Su madre ha decido mudarse al otro extremo de los Estados Unidos, y ahora Amy tiene que llevar el coche de California a Connecticut. El problema es que, desde la muerte de su padre en un accidente de tráfico, no se siente capaz de ponerse al volante. Y aquí entra Roger, un amigo de la infancia que también debe viajar al otro lado del país, y que carga con sus propios problemas.
A medida que avanzan, ambos descubrirán que las personas que menos esperas pueden convertirse en las más importantes y que a veces es necesario dar algunos rodeos para llegar a casa.
Amy no quiere que llegue el verano. Su madre ha decido mudarse al otro extremo de los Estados Unidos, y ahora Amy tiene que llevar el coche de California a Connecticut. El problema es que, desde la muerte de su padre en un accidente de tráfico, no se siente capaz de ponerse al volante. Y aquí entra Roger, un amigo de la infancia que también debe viajar al otro lado del país, y que carga con sus propios problemas.
A medida que avanzan, ambos descubrirán que las personas que menos esperas pueden convertirse en las más importantes y que a veces es necesario dar algunos rodeos para llegar a casa.
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Mi opinión:
Un viaje emocional y físico, un
accidente y un diario de viajes son los temas principales de esta novela
romántica juvenil tan bien estructurada. El tema del viaje es el que está más
presente en todo el libro, pero no sólo el viaje de una hija al encuentro de su
madre (que, por cierto, pensé que sería más trabajada esta relación entre
ambas), sino un viaje interior, un viaje al descubrimiento de Amy, de sí misma
y de lo que es capaz de hacer que antes ella no sabía que podría, que tendría
el valor de hacer.
Pienso que Roger, a pesar de ser
el protagonista masculino, no tiene tanta relevancia, pues se pasa todo el
libro “penando” por su ex, una chica con la que salía antes y que en realidad
siempre ha pasado de él y le ha hecho la vida imposible, ignorándolo hasta la
saciedad, pero que él piensa que tiene algo más con ella de lo que en realidad
es. Este chico parece no entender la realidad de esa relación durante la mayor
parte de la historia. Digamos que es algo duro de mollera, es algo torpe en
cuanto a sentimientos se refiere, al menos para descubrir los de Amy, lo que
siente por él, y lo que él mismo parece estar empezando a sentir por ella,
parece no ver nada de lo que Amy hace por él en algunos momentos para
manifestarle claramente lo que quiere tener con él, está en la parra totalmente
el pobre chico.
Un accidente. Ese es el otro gran
tema del libro, el que sufre Amy meses atrás cuando conducía el coche que
llevaba también a su padre y al que ha perdido para siempre. Ella va a tener
que lidiar con su sentimiento de pérdida y todo el proceso de aceptación y de
duelo, y al principio se cierra en banda a
hablar de ello con Roger. Debe aceptar que su progenitor, con el que
ella mejor se llevaba, y que le acompañaba en todas sus excursiones, fan de
Elvis, ya no está a su lado. Ella no tiene tanta confianza con su madre, por lo
que va a ser difícil aceptar ese hecho, y se encuentra muy sola. El motivo
principal de su miedo a conducir se debe precisamente a ese accidente, por lo
que el viaje lo tendrá que hacer acompañada de Roger, un chico de su infancia,
que conducirá la mayor parte del viaje. La madre de Amy vive en Connecticut
pero ella vive en California, y hace más de un mes que no se ven y no hablan de
lo sucedido. Tiene que ir a su encuentro le guste o no. Su madre, siempre
previsora aunque algo fría, le ha organizado toda la ruta que deben seguir los
protagonistas, pero Amy se rebelará, con ayuda de Roger, ante ese camino
trazado de antemano y elegirá vivir sus propias experiencias y cambiar de ruta. Trazará
una ruta alternativa para llegar al mismo sitio pero retrasando un poco ese
encuentro tan temido con su madre, cosa que hará enfadar mucho a esta. Pasarán
así, por lugares mucho más turísticos y divertidos.
Su hermano. Esa otra espinilla
clavada en la vida de Amy. Este se haya en una clínica de desintoxicación por las drogas que toma desde que perdió a su
padre. Amy se las ingeniará para volver a tener contacto con él, en una
divertida visita extra-oficial al lugar donde este se encuentra, pues se da
cuenta de que lo necesita ahora más que nunca y que ambos comparten la misma
pérdida de su padre.
Un diario de viajes plasmará
todos los pequeños recuerdos de los pueblos y ciudades que visitan, todos
aquellos lugares donde se van deteniendo, los restaurantes donde paran a comer
o cenar, y las cafeterías donde desayunan y mantienen algunos diálogos
interesantes que los acercan más el uno al otro. El libro contiene todo tipo de
fotos con los tickets de compra de esos sitios, así como fotografías del
paisaje que los rodea, y ha resultado un complemento muy entretenido para la
lectura, que se vuelve así más dinámica a medida que avanza la historia.
También se incluyen unas playlist con la música que van escuchando en el coche
durante el viaje, en especial las que elige Roger, y que harán más interesantes
sus conversaciones y los desinhibirán un poco a la hora de entablar temas de
conversación.
Conoceremos, como no, a algunos
personajes secundarios, si bien creo que ninguno de ellos es demasiado digno de
mención, pues con todos ellos pasan pocas horas y no tienen mucho tiempo para
conocerse. Visitarán a los amigos de Roger, con algún personajillo interesante
para Amy, bastante friki.
Pero lo mejor del libro han sido
los diálogos, que van configurando la amistad entre Amy y Roger y poco a poco
van formando el romance que surge entre ellos, tratado todo lo lentamente que
se puede hacer en un libro no muy largo.
El final creo que es muy abierto,
no se cierra del todo su historia amorosa, si bien sí el viaje, lo que me ha llevado
a pensar que, o bien habrá una segunda parte o bien la autora quiere hacerlo
todo más realista y dejar al lector la decisión de cómo debe terminar su
historia de amor. Es bastante realista el cómo se desarrolla todo y te ayuda a
identificarte con sus incertidumbres, propias de la edad de los protagonistas.
Un libro que una vez empezado no puedes dejar de leer y
devoras en uno o dos días sin pestañear. Lo recomiendo para pasar una tarde
agradable o un fin de semana de aventura en todos los sentidos, y sin moverte
del sillón. ¿Os hace?
Puntuación: 4/5
